Hoy toca una entrada de abuelo cebolleta, porque en este proceso de actualización de planteamientos de arquitectura web que me ha permitido mi actual situación laboral, hay uno (AngularJS) que me está atrayendo bastante. Pero para entender el porque me parece interesante ir hacia ahí creo que es importante saber de donde venimos.
Originalmente, estoy hablando de finales del siglo pasado, no se manejaba el concepto de aplicaciones web, sino de páginas web. Es decir lo que se hacia eran páginas con cierto contenido dinámico. De hecho en esas épocas casi tenia más importancia la parte de márqueting y diseño que la programación.
Poco a poco se fue añadiendo cada vez más dinamismo a esas páginas.
Algunas de las características de ese tipo de «aplicaciones» Web:
– La lógica se manejaba en el servidor, porque había bastantes problemas con las compatibilidades entre navegadores, tanto a nivel de HTML como de Javascript. Así que se solía ir a lo seguro que era el servidor.
– Como la web estática empezó como una extensión del marketing de las empresas los clientes/usuarios se habían acostumbrado a interfaces bonitas, pero no había capas ni DHTML nada por el estilo. Así que todo iba al servidor.
– Cada vez que se necesitaba algo del servidor se devolvía toda la página actualizada, nada de enviar cachos. Eso hacia que el consumo de ancho de banda fuese alto. Tampoco era un problema excesivo porque solían ser aplicaciones auxiliares.
– El estado se mantenía en el servidor, porque como hemos comentado cada petición al servidor implicaba la regeneración de toda la página.