El octavo punto del decálogo de la industrialización del software con respecto a los traspasos a la infraestructura del cliente es que: «Cada tarea recogida en el gestor de tareas debe contener toda la información para realizar el traspaso».
Como hemos comentado en otros puntos no siempre una tarea se pone en producción nada más terminada, que es cuando tienes fresco lo que has hecho. También hay que tener en cuenta que si algo va mal en un traspaso cuanta más información tengas recogida de forma accesible más fácil va a ser recordar que es lo que si hizo y porque.
Es por ello que en el gestor de tareas en cada tarea hay que recoger la información necesaria para poder reconstruir la tarea.
He tenido compañeros muy diligentes que se apuntaban en la libretita todos los ficheros que iban cambiando y todo lo que iban haciendo. Me parece genial esa actitud, pero lo que les decía a esos compañeros es que si en vez de hacerlo en su libretita, que solo la conoce la persona, si lo haces, exactamente el mismo trabajo, en el gestor de tareas queda recogido para cualquiera que tenga que continuar esa tarea.
Estuve en un proyecto en el que en un periodo de tiempo muy corto tuvimos dos bajas médicas inesperadas de una cierta duración, que nos hizo un roto muy grande, ya que el equipo no era muy amplio, así que una baja de una persona suponía una perdida grande.
Si no llega a ser porque teníamos todo recogido en el gestor de tareas y otra persona pudo retomar el trabajo, ciertamente con dificultades, pero muchas menos de las que hubiese tenido si no lo hubiésemos tenido todo recogido.