En la universidad tuvimos una práctica que consistió en montar un pequeño ordenador, para lo cual teníamos que soldar los componentes a la placa. Me pareció muy entretenido. No se si el estaño contiene alguna sustancia adictiva, pero me encantaba el olorcillo.
El problema fue que te soltaban en el laboratorio y ahí te las apañases. En una de estas casi la lio parda porque se me cruzó el cable de corriente eléctrica con el estañador, que al final es un hierro caliente, y se derritió algo de plástico. Si llega a derretirse todo el plástico, hubiese habido un buen chispazo, a un palmo de mi «careto»…
Le pedí sopitas a mi tío que se dedicaba a esas cosas. Me regaló un estañador y un desestañador que tenia viejos y lo más importante, me explicó como utilizarlos. No tardó nada, pero me explicó las cuatro cosas básicas que tenia que saber. Entre ellas como poner el estañador y el cable para que no me pasase lo que me pasó en el laboratorio.
Cuando empiezas a trabajar te sueltan y ahí te las compongas. Si tienes suerte y te juntas con compañeros que saben, genial, si te juntas con compañeros de estos tóxicos, pues corres el riesgo de aprender cosas equivocadas.
¡ Que importante es enseñar a los compañeros con menos experiencia !. De como lo hagan ellos también depende el éxito personal. Si el proyecto va bien salimos ganando todos, si va mal tendrás que andar dando explicaciones… y no interesa.
Uno de los objetivos de este blog es contar las experiencias vividas para que puedan servir a otras personas. No es que esté en posesión de la verdad absoluta, pero si que es mi experiencia.
Esta entrada la he etiquetado en dos apartados, porque cuanto mejor formados estén los compañeros noveles mejor para el proyecto y eso es importante tanto para la Industrialización del Desarrollo, como para tu propia marca personal. Si el proyecto va bien (o mal) y tu has estado en el, algo habrás tenido que ver. Tiene también mucho que ver la gestión del conocimiento