Otro de los problemas típicos cuando defines una arquitectura para una aplicación web es controlar los botones de ir hacia atrás, hacia adelante o los favoritos.
Hay que tener en cuenta que los navegadores web estaban originalmente pensados para mostrar información básicamente textual, no para hacer aplicaciones con un estado entre página y página. Es por ello cuando haces aplicaciones web los dichosos botones son un fastidio.
Técnicas para resolverlas hay muchas, desde las más peregrinas que utilizaba hace mucho tiempo, de poner un numerito incremental en cada petición y en el servidor comprobar que siempre venia uno superior, hasta soluciones más elaboradas como las que se aplican en el GWT (Google Web Toolkit)