👉 Por qué he vuelto a escribir en el blog (y que parte de culpa tiene la IA)

Recuerdo perfectamente cuándo registré este dominio. Fue allá por agosto del 2001, estaba en el pueblo y si no recuerdo mal fue el primer pago que hice por internet, con un poco de «acongojo». Antes de eso ya tenía alguna web desde el 98, si del siglo pasado, cuando hice el Diploma de Especialización en Soluciones Internet de la Universidad de Deusto. Vamos, cuando aún era una novedad tener “una página” y la santísima trinidad era tener un gif animado, frames, y botones que cuando pasabas por encima el cursor cambiaban.

De HTML con tablas al WordPress con plugins

Aquellas primeras webs eran lo que eran: unas cuantas páginas hechas a mano, subidas por FTP y que, si tenías suerte, no rompían en Netscape. Luego, como no podía ser de otra forma, llegó WordPress. Y con él, el blog que lees ahora.

Este blog ha tenido sus altibajos. Como todos. Porque mantener contenido de forma constante requiere tiempo. Y si no hay retorno, llega un momento en que no compensa. Lo mismo pasa con el canal de YouTube o el podcast en Spotify. Mucho curro y poca gasolina.

¿Por qué volver a escribir?

Pues por dos motivos:

  1. Siempre he escrito cuando tenía algo que contar… cuando descubrí Docker, cuando empecé a darle al Kubernetes o me liaba con mi Smart Home o con la irrupción de la IA.
  2. Y porque ahora, con el tema de la Inteligencia Artificial, se juntan el hambre y las ganas de comer.

La IA no solo está revolucionando la informática. Tiene potencial para cambiar la sociedad entera. Y además —y aquí viene lo práctico— hace que mantener el blog no sea una tortura.

¿Qué ha cambiado?

Antes, para escribir una entrada tenías que:

  • Tener algo que contar.
  • Ordenar la idea.
  • Escribirlo.
  • Buscar una imagen.
  • Resumir.
  • Etiquetar.
  • Publicar.

Y si, como yo, no te dedicas al marketing de contenidos, al final te acabas preguntando si merece la pena tanto follón.

Ahora, con ChatGPT, eso se reduce drásticamente.

Mi ChatGPT personalizado

¿Que no es como tener un copywriter de verdad? Obviamente. Pero para lo que yo necesito, va sobrado.

De ahí viene el lema: Diseñado en la cabeza de Iñigo, made in ChatGPT. Una pequeña coña a Apple .

He entrenado un GPT con todo lo que había escrito en el blog. Le he dicho “esto es cómo escribo”. Y cada vez que tengo algo que contar, le mando un audio mas o menos estructurado. Él lo transcribe, lo adapta al estilo, y yo solo tengo que darle el último pulido.

Moraleja

No se trata solo de ahorrar tiempo: se trata de adaptar mi forma de pensar al nuevo contexto tecnológico.


¿Te pasa lo mismo con la IA? Me encantará leer tus reflexiones por LinkedIn.